Juan Pablo Rodrìguez, Misionero y exalumno
11.04.2014 19:00
Como familia salesiana nos unimos en oración por la familia Rodríguez Mejía por la pérdida de su hijo Juan Pablo Rodríguez . Misionero y ex-alumno del Colegio.
Juan Pablo te recordaremos por tu gran sonrisa y tú enorme corazón .
Dejas huella en muchos corazones jóvenes .
Juan Pablo te recordaremos por tu gran sonrisa y tú enorme corazón .
Dejas huella en muchos corazones jóvenes .
Qué tú amor y tú fé a Dios y a María Auxilidora sea ejemplo para todos tús amigos que el dia de hoy se encuentran tristes por tu partida.

Don Bosco solía decir que a sus jóvenes los quería en el paraíso.
Hoy ya eres uno de ellos.
"Dios hace un llamado y con este mismo vienen muchos retos, sacrificios, pero al final viene la recompensa final, la mejor, con la que te das cuenta de que Dios siempre buscara algo bueno para tu vida.
Que Dios, y sobre todo nuestra Madre María Auxiliadora los ayude y los acompañe siempre.
Atte.
Juan Pablo Rodríguez Mejia. (ex-alumno Colegio"
Mi experiencia personal. (Jornada Mundial de la Juventud Rio 2013)
La experiencia de vivir una Jornada Mundial de la Juventud, es una oportunidad única que se queda grabada en lo más profundo del corazón, un encuentro intimo con Cristo y con su Iglesia que nos permite dar un testimonio vivo del amor de Dios. Y claro, la Jornada en Rio de Janeiro fue totalmente única y especial.
En un principio lo que me motivo a ir, fue una gran curiosidad por vivir tan magno evento, y como católico para seguir creciendo en la fe, renovar esperanzas y sobre todo conocer al mayor representante de Cristo. Las situaciones parecían no ser tan favorables, pero gracias al esfuerzo y al apoyo de toda mi familia, este sueño pudo ser una realidad; sin ellos a mi lado este sueño no habría sido posible.
Uno de los momentos que siempre recordaré y que se quedó grabado dentro de mi corazón, fue en la misa de clausura, cuando justo después de la Eucaristía sonaba la canción de Martin Valverde “Nadie te ama como yo” se sintió un momento de inmensa paz y amor, donde todo el esfuerzo valió la pena, donde Dios me hablaba directamente a mi persona mediante esa canción.
Otra gran cosa que vale la pena recalcar es la convivencia con todos los jóvenes, ver como todos estábamos congregados por una misma Fe, un mismo Dios, un mismo objetivo; ver como se alaba a Dios en otros ambientes y otros idiomas, la Jornada es esto, compartir la experiencia de Dios con personas de todo el mundo.
También había momentos donde teníamos que demostrar madurez y un buen trabajo en equipo, viendo no solo por ti, si no por los demás, un trabajo de grupo; ya que tratar de mover un grupo tan numeroso de 100 personas por la ciudad era totalmente un reto.
Al final, la principal enseñanza que me quedo, es que Dios te recompensara todas tus luchas y esfuerzos si al final lo que se busca es bueno, y que si Él te llama a algo hará todo para que suceda. Yo a 6 meses anteriores el viaje solamente veía esto de la JMJ como una ilusión, y faltando 5 meses, Dios fue acomodando todo a mi favor y eso para mí fue un tienes que ir, te llamo a este momento, acude, haz tu esfuerzo, yo haré lo demás.
Y con esto a toda la comunidad del Colegio Independencia, maestros, alumnos, jóvenes; me dirijo para dejarles este pequeño mensaje, Dios hace un llamado y con este mismo vienen muchos retos, sacrificios, pero al final viene la recompensa final, la mejor, con la que te das cuenta de que Dios siempre buscara algo bueno para tu vida.
Que Dios, y sobre todo nuestra Madre María Auxiliadora los ayude y los acompañe siempre.
Atte.
Juan Pablo Rodríguez Mejia. (ex-alumno Colegio)
La experiencia de vivir una Jornada Mundial de la Juventud, es una oportunidad única que se queda grabada en lo más profundo del corazón, un encuentro intimo con Cristo y con su Iglesia que nos permite dar un testimonio vivo del amor de Dios. Y claro, la Jornada en Rio de Janeiro fue totalmente única y especial.
En un principio lo que me motivo a ir, fue una gran curiosidad por vivir tan magno evento, y como católico para seguir creciendo en la fe, renovar esperanzas y sobre todo conocer al mayor representante de Cristo. Las situaciones parecían no ser tan favorables, pero gracias al esfuerzo y al apoyo de toda mi familia, este sueño pudo ser una realidad; sin ellos a mi lado este sueño no habría sido posible.
Uno de los momentos que siempre recordaré y que se quedó grabado dentro de mi corazón, fue en la misa de clausura, cuando justo después de la Eucaristía sonaba la canción de Martin Valverde “Nadie te ama como yo” se sintió un momento de inmensa paz y amor, donde todo el esfuerzo valió la pena, donde Dios me hablaba directamente a mi persona mediante esa canción.
Otra gran cosa que vale la pena recalcar es la convivencia con todos los jóvenes, ver como todos estábamos congregados por una misma Fe, un mismo Dios, un mismo objetivo; ver como se alaba a Dios en otros ambientes y otros idiomas, la Jornada es esto, compartir la experiencia de Dios con personas de todo el mundo.
También había momentos donde teníamos que demostrar madurez y un buen trabajo en equipo, viendo no solo por ti, si no por los demás, un trabajo de grupo; ya que tratar de mover un grupo tan numeroso de 100 personas por la ciudad era totalmente un reto.
Al final, la principal enseñanza que me quedo, es que Dios te recompensara todas tus luchas y esfuerzos si al final lo que se busca es bueno, y que si Él te llama a algo hará todo para que suceda. Yo a 6 meses anteriores el viaje solamente veía esto de la JMJ como una ilusión, y faltando 5 meses, Dios fue acomodando todo a mi favor y eso para mí fue un tienes que ir, te llamo a este momento, acude, haz tu esfuerzo, yo haré lo demás.
Y con esto a toda la comunidad del Colegio Independencia, maestros, alumnos, jóvenes; me dirijo para dejarles este pequeño mensaje, Dios hace un llamado y con este mismo vienen muchos retos, sacrificios, pero al final viene la recompensa final, la mejor, con la que te das cuenta de que Dios siempre buscara algo bueno para tu vida.
Que Dios, y sobre todo nuestra Madre María Auxiliadora los ayude y los acompañe siempre.
Atte.
Juan Pablo Rodríguez Mejia. (ex-alumno Colegio)